1. Nunca podré escapar de la necesidad que tengo de Dios. 

2. Mi condición de ser hombre exige a Dios. Solo en Dios podré desarrollarme, podré construirme sin destruirme. 

3. Mientras no hunda mis raíces en Dios, no hay nada que hacer. 

4. Este mundo es un desierto desesperante que da sed y no la calma. Para sacarme de este desierto solo uno: Jesús. 

5. Jesús, rodeado de enfermos y endemoniados, es expresión viva de la miseria en la que yace el hombre y de que Él está de manera eficiente entre nosotros, con nosotros y para nosotros. 

6. Dios mío, te quiero, te elijo porque eres caro para mí, eres valor para mí. Dios mío, no tengo otro valor. Te prefiero.

7. Dios es carga para el hombre actual. Los hombres emplean la ciencia para derrotarlo. Pero Dios no se ha venido abajo. El hombre emplea el progreso para zapar a Dios y así darle muerte, pero todo inútil. Él es grande sobre todas las cosas. Maravilloso su poderío.

8. Dios es el bello, el abrazarle llena de gozo. No quiero más, lo tengo todo, nada quiero. Si Él lo es todo, ¿qué más voy a desear?

9. Yo soy el que emerge de la noche gracias a esa bondad infinita, a esa inteligencia poderosa que me ha hecho conveniente y necesario. Yo soy fruto del poder de Dios. 

10. Dios no es un nombre. Es la realidad que está detrás de todo lo que existe.