María Lorena Materán Bastidas nació en Barquisimeto (Venezuela) el 25 de agosto de 1968.
A los dieciséis años, tras conocer al Rvdo. P. Rodrigo Molina, en una tanda de Ejercicios Espirituales, ingresó en la Asociación y viajó a España para recibir su formación misionera.
La Hna. Lorena fue muy devota del Santísimo Sacramento y de la Santísima Virgen María. Tuvo un gran amor a la Sagrada Escritura. En las distintas residencias y apostolados que le fueron confiados, se mostró alegre, servicial y trabajadora.
En su trayectoria espiritual destaca su amor por los sacerdotes. Por ellos —por su santidad y perseverancia— reza, sufre y se ofrece. Cada año, en la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, renueva la ofrenda de su vida: “Yo te pido por ellos. Yo me ofrezco por ellos. Divina Misericordia, en Ti confío”.
En 1996 se inicia para ella una nueva y dura etapa: una prueba que continuará hasta su muerte. Tentaciones de fe, oscuridades, el pensamiento de que su entrega es inútil: “Jesús, hoy quiero pedirte la gran gracia de aceptar el sufrimiento… esta muerte espiritual que estoy pasando”. Ocultó su profundo dolor tras los velos de una sonrisa y de una fidelidad sencilla, en el deber de cada día.
En el verano de 2008 le diagnosticaron un cáncer. Aún le quedan dos largos años de oración, de silencio, de inmolación heroica en la enfermedad: dolores, intervenciones quirúrgicas, sesiones de quimioterapia, debilidad y pérdida de fuerzas progresiva. Durante sete tiempo fue rodeada del afecto y atención continua de sus Hermanas de Comunidad. A pesar de su sufrimiento, la Hna. Lorena dio ejemplo de docilidad, fidelidad a las Reglas, fortaleza y caridad exquisita. En su dolor, tuvo siempre presente a los sacerdotes.
La Hna. Lorena esperó el cielo y en la madrugada del día 20 de octubre de 2010, tras recibir los Santos Sacramentos, Nuestra Señora saló a su encuentro para llevarla junto a Dios.
“Jesús, cúbreme con tus méritos hoy y siempre y ofréceme al Padre por tu Iglesia, especialmente por tus sacerdotes”. (De los escritos de la Hna. Lorena)
Oración para la devoción privada
Por la señal. Acto de contrición.
Señor Jesús, te damos gracias porque en la vida de la Hna. Lorena nos has dado un modelo de fidelidad y heroica entrega por la santidad de tus sacerdotes. Te rogamos nos concedas seguir su ejemplo de obediencia, fortaleza y confianza en tu misericordia para vivir con santa alegría tu Divina Voluntad por la salvación de las almas.
Dígnate glorificar a la Hna. Lorena y concédenos la gracia que te pedimos por su intercesión… (pídase la gracia) si es para tu mayor gloria y bien de nuestras almas. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la autoridad eclesiástica, y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público.
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